Una Navidad sin niños. Un cuento de Marta Cañabate
Valdepérez.
Publicado el El Periódico de Aragón el día 19 de
diciembre de 2000.
En las altas cumbres del Moncayo se encuentra un pequeño
pueblecito llamado Calcena. Está situado en un precioso valle,
por el que pasa un río cuyas aguas son cristalinas como un bello
y pulido diamante. Rodeando el pueblo hay rocas con forma de seres
mitológico como gigantes, dragones...
A las afueras hay huertas ya descuidadas, porque ya no hay
gente joven para que pueda hacerse cargo de ellas.
Y ese es el problema de Calcena, que no hay niños. No hay
ni un solo joven que cuide las huertas, que vaya al río, que
aprenda en su ya abandonada escuela y que juegue en las plazas, en
las cálidas tardes de verano.
Antes de Navidad, un misterioso hombre llegó al pueblo.
Muy extrañado, preguntó a los aldeanos por qué no había
ambiente de diversión y fiesta y por qué las caras de la gente
no reflejaban ni siquiera un poquito de alegría.
La gente le explicó que desde hacía mucho tiempo no
celebraban la Navidad ya que, al no haber niños, habían perdido
la ilusión. El hombre les propuso mandar mensajes a todo el
mundo, para que la gente se fuese a vivir a Calcena. Les contarían
lo bonito que era el pueblo y que se vivía rodeado de naturaleza.
Muy entusiasmados con la idea, se pusieron a escribir cartas y
estuvieron toda la noche.
Pasados unos días, amaneció como siempre. El murmullo del
viento y el canto de algún gallo anunciaban que iba a comenzar un
nuevo día.
Cuando los habitantes se Calcena se levantaron, se dieron
cuenta de que no estaban solos; cientos de personas habían
llegado y, para mayor alegría, muchas de esas personas eran niños
y niñas.
Muy contentos, se dirigieron hacia las nuevas gentes. Había
personas de todas las partes del mundo. Se presentaron y les
condujeron hacia sus nuevos hogares.
Todo el día estuvieron preparando la Navidad. Colgaron las
luces por las calles, cocinaron ricos platos típicos, montaron un
belén en la plaza...
Cuando todo estuvo listo, se dieron cuenta de que el
misterioso personaje que había llegado hacía unos días y que
les había ayudado, ya no estaba. Se había ido sin hacer ruido,
igual que había llegado. Pero gracias a él, en el pueblo de
Calcena ya hay niños y este año podrán celebrar la Navidad. Le
estarán eternamente agradecidos.
El día 6 de enero llegarán los Reyes Magos. Hace muchos años
que no pasan por Calcena. Los niños le recibirán con entusiasmo,
como en todos los pueblos.
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La amistad.
Esta es la historia de un
muchachito que tenia muy mal carácter.
Su padre le dio una bolsa de
clavos y le dijo que cada vez que perdiera la
paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta.
El primer día, el muchacho
clavo 37 clavos detrás de la puerta.
Las semanas que siguieron, a
medida que el aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez
menos clavos detrás de la puerta.
Descubrió que era mas fácil
controlar su genio que clavar clavos detrás de
la puerta. Llego el día en que pudo controlar su carácter
durante todo el día. Después de informar a su padre, este le
sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su
carácter. Los días pasaron y el joven pudo anunciar a su padre
que no quedaban mas clavos para retirar de la puerta...
Su padre lo tomo de la mano y
lo llevo hasta la puerta. Le dijo:
"has trabajado duro, hijo
mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta.
Nunca mas será la misma. Cada
vez que tu pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como
las que aquí ves." Tu puedes insultar a alguien y retirar lo
dicho, pero del modo como se lo digas lo devastara, y la cicatriz
perdurara para siempre.
Una ofensa verbal es tan dañina
como una ofensa física.
Los amigos son en verdad una
joya rara. Ellos te hacen reir y te animan a que tengas éxito.
Ellos te prestan todo, comparten palabras de elogio y
siempre quieren abrirnos sus corazones.
Muestra a tus amigos cuanto te
importan y envía este mensaje a quien consideres tu AMIGO,
Jabier Pasamar
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Bendita
se la luz del día
y
el Señor que nos la envía;
tenga
usted muy buenos días.
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