La iglesia de
Calcena es, junto con la naturaleza, una de las joyas
de Calcena. Por ello, creemos que debemos conocer bien
todos los aspectos relacionados con nuestra iglesia
parroquial, tanto para disfrutarlos nosotros como para
enseñárselos a los visitantes. Iniciamos aquí la
publicación de un extenso trabajo de Rubén
Hernando Lorente, licenciado en Historia de Arte
por la Universidad de Zaragoza, y que ha tenido la
amabilidad de hacernos llegar. Gracias. |
La villa de Calcena es un pequeño municipio de la provincia
de Zaragoza que se asienta en las estribaciones de la sierra
del Moncayo, concretamente se ubica como cabecera del angosto
valle que traza el río Isuela (afluente del Jalón); su término
linda con los de Talamantes, Tabuenca, Aranda de Moncayo.
Trasobares, Pomer y Purujosa. Pertenece a la comarca del
Aranda y a la diócesis de Tarazona.
Su agreste topografía y climatología ha deparado para
la misma "la caída en el olvido". Antaño su
población buscaba las riquezas en la agricultura, la obtención
del carbón vegetal, la ganadería y las minas de azufre,
cobre, plata y plomo. La agricultura era subsidiaria como
consecuencia de la escasa extensión de vega fértil, aunque
en secano se cultivo el trigo, el lino y el cáñamo. La
ganadería fue su gran riqueza pudiéndose atestiguar, como ya
reseñara Don Pascual Madoz, la presencia de una pequeña
industria textil que abastecería los mercados de Tarazona,
Calatayud y Borja. La minería se limitaba al término de Val
de Plata, su explotación se remonta históricamente a 1611
cuando un viajero portugués Juan Bautista Labaña testimonia
la presencia de las mismas, en el término antes mencionado;
frente a este testimonio Don Gonzalo Borras Gualis afirma que
el trabajo en las mismas se debe traer a época más reciente,
1826. "cuando trabajaban en ellas cuarenta mineros".
Su
discurrir Histórico arranca en la prehistoria, ya que en sus
lindes se han encontrado dos yacimientos prehistóricos
estudiados por Mª Pilar Utrilla Miranda. Durante la Edad
Media estuvo bajo el dominio de los musulmanes, (como
fehacientemente
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testimonia
su trazado urbanístico) hasta la reconquista de la zona por
Alfonso I. quién otorgó la misma y su término al obispado
de Tarazona; el cual actuó como verdadero señor feudal ante
su vasallaje. De denotar es la presencia de los musulmanes,
que documentalmente no fueron expulsados hasta 1610 según un
decreto promulgado por Felipe III. La evolución cronológica
lleva a la Guerra de la Independencia, durante la cual los ejércitos
napoleónicos dejaron sentir sus consecuencias en la villa,
como así aparece en los archivos locales. Con la aprobación
de la Constitución de Cádiz de 1812 el antiguo feudo
episcopal pasó a villa de realengo de la Corona, culminando
así el dominio sacro que aportó durante el siglo XVI la
potencia posible para erigir la parroquial dedicada a la
Virgen de los Reyes.
La
iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Reyes se erige
monumental y grandiosa en el perfil de la villa, configurándose
como símbolo y distintivo de la misma. Se levanta en la parte
alta del pueblo sobre un pequeño promontorio y próxima a lo
que fue el castillo medieval, el cual por su mal estado tuvo
que ser derruido ante el temor de que se abalanzase sobre el
templo, como se especifica en las datas o gastos de
1831," en 28 de marzo se empezó a desmontar la esquina
del castillo, que amenazaba a la iglesia. La iglesia es un
macizo cuadrado exento, con todas sus caras limpias de
construcciones
adosadas, que sigue la tipología de planta de salón o
hallenkirchen con torre cuadrada. La primera documentación
conservada sobre el inicio de su construcción es la cotejada
por Don Pedro de Villarroya durante su visita pastoral el 7 de
octubre de 1554. en la cual se anuncia que la primacía de
Tarazona "está empeñada por veinte y un años por la fábrica
de la iglesia", lo que permite fijar como comienzo de las
obras el segundo tercio del siglo XVI. En 1582 se documenta la
visita de Don Clemente Serrano, canónigo de Tarazona y
promotor en gran parte de las obras de esta parroquial,
gracias a este documento conocemos el estado del templo según
el cual en noviembre estaban levantadas la capilla mayor, la
de Nuestra Señora
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