MEMORIAS
Cuando llegué, no sabía porqué
había venido aquí y gracias a algunas personas del pueblo he
podido vivir recuerdos de mis abuelos “los panaderos”. Son
muchas la emociones vividas durante estos siete días; las
canciones “jota” que cantaba mi abuelo y los recuerdos de mis
abuelos que he podido reavivar gracias a la gente que aún los
recuerda.
Quisiera agradecer a todos aquellos
que guardan viva la memoria de los “panaderos”.
Gracias a mi prima, a Mila, a
Antonio y a Mariano, por no dejarme y ser tan atentos.
Hasta el año que viene, espero. |
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UN
PUEBLO EN LAS VENAS
Me gustaría
transmitir desde estas líneas el deseo de una maravillosa
persona, "mi madre", la cual no ha llegado a ver
plasmadas en vuestra trabajada revista, sus experiencias en este
Pueblo que la vio nacer y que llevaba siempre en su corazón.
Se llamaba
Francisca Royo Horno, la conoceréis mejor como "Paca"
la hija de Lino y de Joaquina, "los Cariñenas".
Tengo en lo más
profundo de mi corazón el recuerdo de largas noches de verano
sentados todos alrededor del hogar o en la fresca en donde mi
madre nos contaba historias, recuerdos de su niñez, y sucesos no
tan agradables que tuvieron como protagonistas a miembros de mi
familia, a esos hechos son a los que me voy a referir.
Nos
contaba como su tía-abuela llamada Francisca, en honor a ella le
pusieron el nombre, subió una de tantas mañanas a la era, (la
era de mi familia es la última que se divisa a lo alto del
pueblo), estaba recogiendo el granero cuando alguien irrumpió en
la estancia y brutalmente abusó de ella ensañándose con su
cuerpo clavándole numerosas cuchilladas causándole la muerte. La
madre de mi abuela al extrañarse de su tardanza subió a
buscarla, entró en el recinto y vio restos de sangre, sin
imaginarse el alcance de la tragedia, se dispuso a retirar un montón
de paja que había en el suelo y cuando lo hacía sus dedos
quedaron enganchados a los de su hermana descubriendo así la
magnitud de tan brutal suceso. Casi en estado de enajenación
corrió desesperada a buscar ayuda, la consternación y el dolor
embargaron a todo el pueblo.
El
asesino fue descubierto porque un pastor que había presenciado
una escena, entonces sin importancia para él, fue relacionando
los hechos y los puso en conocimiento de la Guardia Civil. Estaba
cuidando de su rebaño junto al río y vio como un individuo se
disponía a lavar su cuchillo en el agua, sus manchas de sangre,
su comportamiento extraño y su nerviosismo fueron claves para
delatarle.
Siento contar
un suceso tan poco agradable pero es el que más me impactó, hay
otras historias más agradables y entrañables que mi madre me
relató aunque esas de momento me las guardo en lo mas profundo de
mi alma, como la guardo a ella y como guardo a Calcena, ya que ahí
pasé muchas etapas felices de las vacaciones de mi infancia. Un
pueblo que se lleva en las venas, no desaparece de la memoria ni
con el tiempo ni con una transfusión.
Finalmente saludo a todos los calcenarios en nombre
de toda mi familia; los Royo y Horno. Felicidades a la Asociación
Cultural "Amigos de la Villa de Calcena" por su
maravilloso trabajo, al Ayuntamiento y en particular a su Alcalde
y en general, a todas las personas que desinteresadamente hacen
que se mantenga vivo ese Pueblo. Un
cordial saludo de Carlos Mustienes Royo |