YO TUVE UNA TELE NUEVA
Una tele en blanco y negro
que se llamaba Inter
interminable de pagar
a mil pesetas al mes.
Pusieron un teleclub,
pero eso duró muy poco
todo el mundo se lo compró
y estábamos como locos.
Hasta las siete de la tarde
no empezaban los programas
y a las nueve de la noche
mis hijas ya se acostaban.
Había una vez un circo,
lingo en la noche abierta,
un millón para el mejor
y la casa de la pradera.
Para ver el Virginiano
nos teníamos que ir
hasta casa de mi hermano.
Los dibujos animados
los hombres saben,
los pueblos mandan,
la casa de los Martínez
y donde dan las toman.
Eso sí que eran programas
y no lo que hacen ahora
desnudos, tetas y tangas
y si no catres y camas.
Con la tele en blanco y negro
todos éramos más felices,
parecía que comíamos todos los días perdices.
LA PALOMA HERIDA
Por los montes de la Loma
iba una paloma herida
la paloma no está loca,
es que le ha tratado mal la vida.
Unos cuervos carroñeros
han ocupado su nido
el nido que ella tenía
y va buscando otro nido
en el río, en la orilla.
Para qué quiere otro nido
si ya no es la paloma blanca
que volaba por la umbría
si se ha quedado en gaviota
de tanto luchar en la vida.
Si ya nadie la reconoce
ni siquiera ella misma
si le han cortado las alas
y le han dejado sin plumas
para seguir viviendo
si ha llegado a la meta
que ni ella se proponía.
Victoriana Tormes |
LA MUCHACHITA DEL ARROYO.
LA PASTORCITA
Una
mañana de mayo
una
mañana muy fresca
entreme
por esos llanos
entreme
por esas vegas.
Cantaban
los pajaritos
olían
las azucenas
eran
azules los cielos
y
claras las fuentes eran.
Cabe
un arroyo más claro
más
claro que una fuente de Venecia,
donde
hallara una Pastorcita
una
Pastorcita bella.
Azules
eran sus ojos
dorada
su cabellera
las
mejillas como rosas
y
sus dientes como perlas.
Quince
años, no más, tendría
y
daba placer de verla
lavándose
las manos
peinándose
de sus trenzas.
Pastorcita
de mis ojos,
admirado
le dijera,
Dios
te guarde.
Por
hermosa bien te lavas
bien
te peinas,
aquí
te traigo unas flores
cogidas
en la pradera
sin
ellas estás hermosa,
pero
estarás más con ellas.
No
gracias mancebito
respondiome
la doncella
que
me bastan las flores
que Dios me diera.
¿Quién
te dice que las tienes?
¿Quién
te dice que eras bella?
Me
lo dicen los zagales
y
las fuentes de estas vegas.
Pues
si no te placen las flores
vente
conmigo
siquiera
allí bajo las encinas
sentaditos
en la hierba
contárete
muchos cuentos
contárete
cosas buenas
Eso
menos me place
pues
el cura de la aldea
no
quiere que con mancebos
vayan
al campo las doncellas.
Así
me habló la Pastorcita
así
me habló la Pastorcita bella.
Con
esta y otras razones y promesas
nunca
pude convencerla.
Partí
desconsolado
y
rompiendo en querellas.
Lloré
por la Pastorcita
que
sin darme otra respuesta
marchó
hacia el arroyo
entre
enojada y risueña
lavándose
las manos
peinándose
de sus trenzas.
Pablo Lacuela (Montluçon) |
UN SUEÑO DE AMISTAD
Qué
hermoso sentimiento
es
el don de la amistad
es
un lazo de concordia
que
nos llena el corazón.
Es
grandeza consagrada
entre
todos los hermanos
es
la guía de la tierra
y
el sosiego verdadero.
Es
el sueño alimentado
que
nos sabe a libertad
serle
fiel a un amigo
es
señal de amistad.
Amistad
hermosa
es
la que abre el corazón
es
la guía que comparte
esa
fe con el amigo.
Recibe
esos lazos
tu
lucero hermoso
sueño
eterno de amistad
sueño
libre pensamiento.
Don
pequeño perdón
únete
y comparte
enlazando
nuestras manos
hacia
el sol de la verdad.
Mª
Jesús Saló Ibáñez
(Sabiñán) |