CELTÍBEROS Y
ROMANOS EN VALDEPLATA
En el
mes de agosto, un grupo de arqueólogos visitó las minas de
Valdeplata. Entre ellos se encontraba Francisco Burillo, director
de las excavaciones de la ciudad celtibética de Ségeda (en Mara,
comunidad de Calatayud), Salvador Rovira, arqueólogo-restaurador,
experto en metalurgia, del Museo Arquológico Nacional y Gloria
Pérez, arqueologa natural de Oseja y que ha realizado excavaciones
en la Comarca del Aranda. Todas son personas de reconocido
prestigio en su campo. El objeto de su visita fue comprobar, a
través de los restos mineros, si durante el siglo II antes de
Cristo, la producción de plata de las minas pudo haber sido tan
importante como para sustentar económicamente las guerras entre
los celtíberos y Roma. Roma desembarco en Hispania el año 218
antes de Cristo. Cuarenta años después ya habían conquistado el
Valle del Ebro y el territorio del Mons Chaunus (Moncayo). En ese
periodo de tiempo, el consul Graco aportó al Imperio 40.000 libras
de plata y Claudio 10.000 de plata y 5.000 de oro; ¿de Calcena?.
Acompañados por representantes de la Asociación Cultural, entraron
y recogieron muestras de la mina Babila, del pozo Maestro y de
algunas otras bocas, para posteriormente estudiarlas en el Museo
Arqueológico de Madrid.
De las impresiones a pie de campo, pendientes de
estudio en profundidad, se desprende que los restos mineros que
podemos ver proceden de final del siglo XIX, principios de XX; que
en ese momento la producción de plata sería escasa; y que lo que
nosotros llamamos "la fundición", fue probablemente un importante
complejo hidroeléctrico, que aprovechaba |
las aguas del
Isuela, para producir electricidad destinada a las minas situadas
a unos dos kilómetros de la carretera.
En la
Asociación Cultural consideramos que el trabajo de estos expertos
puede colaborar a desentrañar la historia de Calcena (nuestra
historia) y a que nuestro pueblo esté menos olvidado.

¿SÉGEDA? ¿Qué
tiene que ver conmigo?
Pues
aunque parezca increíble, ¡sí!. Gracias a Ségeda, el año comienza
en Enero.
Cuando Roma se enteró de que una ciudad celtibérica se estaba
fortificando, decidió mandar un cónsul al mando de un gran
ejército. Se encontraron con un gran problema. El año romano
comenzaba en marzo y era entonces cuando se nombraban los
cónsules. Pero se encontraban en enero y no podían esperar.
Prácticos ellos, el Senado decidió que el año comenzara en enero,
y nombraron cónsul a Nobilior. A partir de entonces, el año
comenzó el 1 enero. ¿No te lo crees?. Entonces, ¿porqué septiembre
no es el séptimo mes, octubre el octavo, noviembre el noveno y
diciembre el décimo? Por Ségeda.
|
DESCUBRIMIENTOS
ARQUEOLOGICOS EN CALCENA
Por segundo año, un grupo de arqueólogos de la Universidad de
Zaragoza, subvencionado por la dirección General de Patrimonio de
la diputación General de Aragón, ha estado trabajando en el
yacimiento de Cueva Bolichera (Calcena).
Como ya ocurriera en la intervención del pasado verano, la
actuación ha permitido recuperar restos humanos de una antigüedad
de 2100 años antes de Cristo y un renumerado lote de restos
materiales fundamentalmente cerámica de esa etapa del Calcolítico
ó inicios de la Edad de Bronce. Además se han recuperado aunque
fuera de su contexto original (que sigue siendo desconocido)
restos líticos de aparente filiación paleolítica, concretamente
del Paleolítico Superior, del mismo momento al que pertenecería un
fragmento de arpón recuperado años atrás de forma incontrolada.
Por el momento los directores de los trabajos tienen clara la
utilización con sentido funerario de la cueva durante el
Calcolítico, en tanto que la explicación de la presencia de los
restos paleolíticos no resulta tan inmediata en Bolichera.
|
No obstante, el hallazgo de esos materiales avala la ocupación de
estas tierras, o al menos el transito de gentes por ellas durante
el Paleolítico Superior, y esta es la razón por la que este año
además de la excavación se ha iniciado un trabajo de prospección
en el que partiendo por el reconocimiento de algunos sitios con
sensibilidad arqueológica; es decir susceptibles de contener
evidencias de
ocupación o actividad humana; se pretende determinar si es
verdaderamente así con el objeto de intervenir en ellos en
próximos años.
Texto faciltado por Carlos Mazo, director de las excavaciones. |