Y
FUE POR LAS MUJERES...

...que el Cristo de la Cama pudo llegar hasta la
Iglesia una vez que empezó la procesión. Ya dijimos en el anterior
boletín lo mucho que pesa el paso procesional del Cristo y el
sufrimiento que supone para sus portadores. Este año existía el
temor de que no pudiera salir por falta de hombros y un triste
aviso fue el que no se pudiera celebrar la Procesión del Encuentro
en el Jueves Santo por falta de asistentes. Sin embargo, el
Viernes Santo, para la Procesión del Entierro, pudo más la rasmia
que el miedo y unos valientes se echaron el Cristo de la Cama
sobre sus hombros. Pero a mitad del recorrido, con las cuestas y
desniveles y, sobre todo, en el último repecho de “la cuesta”, las
fuerzas estaban muy justas. Fue precisa la unión de hombres y
mujeres para que pudiera llegar hasta la Iglesia. Hasta 10
personas simultáneamente arrimaron el hombro. Víctor, el actual
párroco, se quedó asustado del esfuerzo que supone hacer una
procesión en Calcena y felicitó a los/las esforzados/as.
La Procesión del
Encuentro no se pudo realizar y tampoco pudimos escuchar el
redoble de los tambores por nuestras calles. Todo fue un poco
más triste que el año anterior. Si queremos que las celebraciones
de Semana Santa, además del fundamental sentido religioso, sean un
atractivo más para nuestro pueblo, algo tendremos que hacer todos,
creyentes y no creyentes, jóvenes y no tan jóvenes, porque si no,
desaparecerá y los pasos procesionales de Cristo atado a la
columna, del Nazareno, el Cristo de la Cama, la Dolorosa, la
banderas, tambores y carraclas no volverán a pisar y sonar por
nuestras calles.
BENEFICIOS “COLATERALES”
La Calcenada, además de poner al pueblo en el mapa, ha asentado a
Calcena como una referencia en el deporte de aventura y, sobre
todo, en el senderismo. Buen ejemplo de ello, es que la Comarca y
Prames han marcado de nuevo los antiguos senderos de Calcena, e
incluso otros nuevos. Calcena queda unida por senderos a Purujosa,
Oseja y Trasobares, aunque
desgraciadamente no han marcado el antiguo camino real a Pomer,
falta que el Ayuntamiento ha solicitado subsanar. |
REABIERTO EL CENTRO DE
INTERPRETACIÓN DE LA NATURALEZA.
Tras unos meses en los que no
debería haber permanecido cerrado, el Centro de Interpretación
abre de nuevo sus puertas. Primero los fines de semana y luego
todos los días. Jutta vuelve a atender a los visitantes con su
amabilidad habitual.
HISTORIAS DE LA
SEMANA SANTA
LO
QUE NO SE VE.
¿QUIÉN LIMPIA LA IGLESIA?
Como
todos los años, desde hace mucho tiempo, las mujeres de Calcena
limpiaron la iglesia antes de las distintas ceremonias; algunos
hombres, los menos, ayudaron. Este año, Maruja Tormes, Ángeles
Modrego, Nati Tormes, Elisa Marco, Maribel López, Agustina
Marco, Chefi, Asunción Pérez y Mari Lapuente se arremangaron y
dejaron escoscada la iglesia. Muchas otras las precedieron en
años y décadas anteriores, pero conforme han ido fallando los
remos han tenido que dejar paso a otras generaciones.
Para limpiar, se utilizan actualmente productos
comerciales, pero antes, la tarima del altar mayor se enceraba
con una mezcla de la cera que sobraba de las velas, y petróleo,
todo ello disuelto en caliente en el hogar. Imaginad el peligro
que ello suponía. Todos los días, con una balleta de lona
primero y con algo más fino después, se sacaba brillo. Este
trabajo lo realizaban y realizan por cariño hacia su pueblo, ya
que nunca recibían recompensa y pocas veces agradecimiento.
Antes, cuando se ponía el Monumento, las mujeres
se encargaban también de poner las flores, para engalanarlo.
Utilizaban “ieros”, una especie de legumbre que se sembraba y
mantenía debajo de la cama de manera que al no darle el sol, la
planta blanqueaba y era muy bonita.
Muchos altares se adornaban y adornan con
labores hechas por las calcenarias.
Este año, se ha visto que todos los altares
estaban llenos de excrementos de rata. Dado que estos
roedores igual se comen la cera de las velas, los tapetes de
ganchillo, que un casulla de seda bordada en oro del Papa Julio
II quizás fuera conveniente poner raticida o
ratonicida para su exterminio.
Aunque con el desarrollo industrial, la economía de subsistencia
hizo difícil el desarrollo de Calcena, la sociedad ha cambiado y
ahora se valora, justamente lo que tiene nuestro pueblo: belleza,
naturaleza, montañas, senderos, cuevas, tranquilidad, aire limpio,
juntarse con los amigos… ven a Calcena a pasar tus días de
descanso, en invierno y en verano. Arregla la casa y ayuda a
mantener nuestro pueblo. |